
La carta
Él, era un joven delgado, de escaso bigote y ceja poblada. Con un cigarrillo siempre en su mano izquierda. Su edad fluctuaba entre los...
Él, era un joven delgado, de escaso bigote y ceja poblada. Con un cigarrillo siempre en su mano izquierda. Su edad fluctuaba entre los...
Moisés era un adolescente un poco mayor que nosotros. No era igual, era distinto, quizás el destino lo puso en la tierra, aunque muchas veces yo creí que era un ángel disfrazado de humano. No hablaba, a través de sonidos guturales expresaba sus sentimientos.
En una pared del dormitorio imágenes de santos y vírgenes, lo que nos sorprendió fue una con una mancha de sangre en forma cruz y no quisimos indagar de qué personaje se trataba.
Entonces, bajó por las escaleras. Intentó subir a su auto, al tiempo que se escuchaban dos detonaciones de arma de fuego. Era ella, acabó con la vida del hombre que amó, pero que también, la hizo sentir miserable al solo otorgarle tres horas, cada quince días, durante 6 años.
A nuestra corta edad, en ese entonces, aproximadamente ocho años, no teníamos la certeza de saber cómo era un cadáver, o mejor dicho ¿cómo...