En un contexto donde las plataformas digitales y los algoritmos definen en gran parte qué música se escucha y cómo se consume, muchos artistas emergentes enfrentan el reto de mantenerse fieles a su identidad artística sin ceder a la presión de lo inmediato.
Eres parte de una nueva generación de cantautoras que apuestan por el contenido y la autenticidad en un entorno musical cada vez más inmediato y digital. ¿Cómo lidias con esa dualidad entre profundidad artística y algoritmos de visibilidad?
Es algo complejo ese tema ya que somos muchos los artistas que nos encontramos imbuidos por el fenómeno de las redes sociales y en cierto punto nos sentimos obligados de tener que estar continuamente generando contenido porque sino el algoritmo juega en tu contra. Vivimos en un mundo hiperacelerado del que también somos consumidores pero nos cuesta trasladar nuestro arte a la pantalla y hacer un producto de ello. A mí personalmente me parece un asunto preocupante a la vez que enriquecedor. Creo que es la forma más rápida de alcanzar un público objetivo pero también pienso que es algo efímero y que no va a prevalecer tanto como una experiencia de sensibilización a través de la música o el arte en vivo.
Los cimientos de una identidad artística
Tu formación desde temprana edad en música y teatro ha sido clave en la construcción de una propuesta integral. Sin embargo, detrás de cada trayectoria artística suele haber momentos decisivos y personas que inspiran o marcan un antes y un después.
Desde tu formación temprana en música y teatro, ¿hubo algún momento o figura clave que marcara el rumbo hacia lo que hoy defines como tu identidad artística?
Creo que toda mi infancia y adolescencia han influido directamente en lo que soy hoy en día. Desde la música que escuchaba hasta los lugares que visitaba o las personas que me han ido acompañando. Creo que el hecho de comenzar a grabar mis propias canciones y tomar la determinación de hacer música propia con mi primer grupo de música y ganar certámenes fue algo clave que me hizo darme cuenta de lo que quería hacer en un futuro
El origen de la canción: palabra o sonido
Tu obra refleja una sensibilidad lírica profunda que convive con una sonoridad compleja y rica en matices. Esto invita a preguntarse sobre el origen mismo de tus canciones: ¿nacen del impulso poético o de una búsqueda sonora?
¿Qué papel juega la poesía en tu proceso creativo? ¿Sueles partir del texto o de la música cuando compones una nueva obra?
Siempre parto de la música para crear una canción, aunque a veces tengo ideas preconcebidas que convierto en música y esa música a su vez en poesía/letra. Solo en algunos casos empiezo a construir la letra primero, pero en general me resulta más práctico comenzar por la música. Sí que he musicalizado poemas de otros autores como la Nana del Caballo Grande de Federico García Lorca, que, de hecho, saldrá dentro de poco.
La sensibilidad como forma de resistencia
En tiempos donde el entretenimiento rápido predomina, tu trabajo propone una experiencia más introspectiva, donde el silencio, la palabra y la emoción cobran protagonismo. En ese gesto también hay una forma de posicionamiento.
En un mundo donde la velocidad y el espectáculo a menudo se imponen, tu propuesta invita a detenerse, a escuchar, a sentir. ¿Sientes que existe una “resistencia sensible” en tu trabajo?
Siento que mi proyecto busca más que el mero entretenimiento, es una experiencia, o por lo menos a mí me gusta verlo así, en la que tanto yo como el público nos envolvemos de las emociones, de las historias y de las melodías que nos van acompañando. Para mí misma es también un ejercicio de sensibilización a través de la música, la poesía y el arte.
Una palabra que defina un universo
“Ciudad Matriz”, tu primer disco, no solo es un recorrido musical, sino también emocional y territorial. Detrás del concepto hay una búsqueda de origen, de pertenencia, de crítica y también de memoria.
Si tuvieras que definir tu primer disco “Ciudad Matriz” en una sola palabra que no fuera musical, ¿cuál sería y por qué?
Raíz: Creo que es una buena palabra para definir este disco porque todas las canciones van construyendo un discurso poético-musical basado en el origen, y en cómo a veces necesitamos salir de ese lugar cuando se contamina de toxicidad para luego volver y verlo desde un lado más maduro, sano y libre. Y lo mismo pasa con la ciudad. La ciudad es raíz y es tierra, pero también se ve atacada por muchos factores que modifican su naturaleza genuina. Y en muchas ocasiones sentimos que solo nos queda huir de ese lugar, porque crees que todo ha cambiado, que ya no hay la misma gente, y te sientes sola. Pero si decides volver, cuando estás ahí y la tierra se hace uno contigo, te das cuenta de que por mucho que cambie siempre va a ser tu lugar, tu matriz.